"A pesar de todo, la función de la prostituta española en el Nuevo Mundo iba más lejos que la de una simple unión carnal remunerada, ya que los españoles en un principio tuvieron fácil acceso a mujeres indias. La prostituta representaba muchas veces una unión física y espiritual con la lejana metrópoli. Este fue el caso de María de Ledesma en Potosí que, además de saber cantar, tocaba la vihuela y la guitarra. Los españoles consideraban a las indias atractivas y cualquier español podía tener cuantas quisiese. Las prostitutas españolas satisfacían más la necesidad de estar al lado de una mujer que compartiese su misma lengua y cultura." James Lockhart, Spanish Perú. Ilustración: Españolas de Ultramar.
Estas fotos son del 1965. En una se puede ver el polvo blanco que les echaban a lxs peones de las haciendas. era veneno para los piojos.
la construcción alternativa radicalmente distinta que haría temblar sus estructuras.
"Blanquear" una manifestación no es casual. A eso sumale que le llaman "manifestación pacífica" remarcando lo de pacifico como su hubiera manifestaciones deliberadamente violentas o algo así. Son juegos de oposiciones peligrosos porque a un lado pones a la blanca chill pacífica que protesta "civilizadamente" con florecitas y por el otro a la chola violentista feminazi. Lo que nos dicen es que hay protestas correctas que no molestan a nadie y que dicen lo que todo el mundo esperan que digan.
El en el Perú estado-nación se construye a través de un proceso iniciado con la conquista, consolidada mediante el virreinato y que finalmente colapsa en favor de la clase criolla (colonodescendiente) con la independencia de la corona e instauración de la república. Es sin duda esta elite criolla, blanca y terrateniente, a cargo del aparato del estado desde la fundación de sus propios cimientos, la que produce las diferencias y jerarquías entre sujetos por medio de la clasificación racial.
El indígena es el sujeto que esta elite sitúa como opuesto, pero su exterminio no se lleva a cabo del mismo modo que en regiones como Argentina o Chile debido a la necesidad de mantenerlo en la posición de recurso de fuerza de trabajo a disposición del proyecto generador de capital(1) (explotación minera, de madera, caucho, etc.) y de las funciones servidumbre y crianza que sostuvieron el proyecto eugenésico de blanqueamiento cuyo objetivo fue bloquear la expansión del mestizaje y que permitió a la mujer colona y criolla abocarse a la transmisión de la cultura y valores europeos después de cumplir a cabalidad con su función primordial de incubadora (2). Desde este proyecto del capital, el territorio entra dentro del marco de acumulación de recursos a cargo de los señores encomenderos primero y hacendados hasta la Reforma Agraria en los años setenta.
A partir de los setentas, cuando el indígena desobedece a su espacio de confinamiento (los Andes, el campo) y empieza a migrar a la capital en busca de trabajo o huyendo de la guerra se reactiva el repertorio racista de nombramiento. Del "serrano/a" (o en su modalidad actualizada en las redes sociales, c-rrano/a) y "recién bajado (de los cerros)" de los ochentas, al "de color modesto" y sencillamente cholo de los noventas, para llegar al contemporáneo y millenial "color puerta" o simplemente, "marrón"; el vocabulario con el que en el Perú se ha nombrado y autonombrado la alteridad histórica pivotal en la construcción del sujeto político en control del aparato del estado, sus instituciones y su pacto con la empresa privada en el país de Vallejo, país de tantos poetas, es amplísimo y muchas veces autoparódico.
En contraposición, una vez consolidado el programa neoliberal iniciado con Fujimori, de acuerdo al modelo multicultural de exportación surge la identidad "chicha" o "cultura chicha" forma histórica y políticamente neutral, exportable, consumible y normalizante de expresión de la choledad. La cultura chicha y sus expresiones artísticas (diseño gráfico con uso de colores fosforescentes, techno-cumbia, electro-cumbia) son sin duda funcionales a los mantras que buscan ajustar las cuerdas de la ficción homogeneizadora:¬ "En este país, todos somos cholos" o "quién no tiene de inga, tiene de mandinga". Se trata de una cultura blanqueada, vaciada de su historia de expolio, pobreza, desposesión, segregación, racismo, violencia y recuperación del territorio para la construcción de improvisadas viviendas (llamadas "invasiones", en un impecable giro amnésico). Dicho modelo posee un órgano gestor y ejecutor en el estado, Marca Perú. Bajo dicho nombre se recogen elementos de la producción cultural y estética que preservan las colectividades que forman parte de la espectro de alteridades históricas, especialmente los tejidos de las mujeres indígenas y se nos devuelven tamizados por el filtro regulador y normalizador de la industria del diseño de modas. Siempre ocurre un doble movimiento, por un lado se promueve la idea de diversidad y por el otro la diferencia se castiga cuando no responde a los cánones señalados por la hegemonía. Como un ejemplo puedo citar estos dos casos:
Celebración del discurso de la diversidad:
https://larepublica.pe/sociedad/1200692-cusco-fashionse-lucio-en-ny
Condena de las prácticas de la diferencia:
https://redaccion.lamula.pe/2018/05/24/congresistas-politicas-mujeres-peruanas-andinas-racismo-discriminacion-respuesta-cuerpa-chola/jorgepaucar/
Los muertos y muertas forman parte también de este espectro de alteridades históricas. Y también los desaparecidos y desaparecidas. En concreto aquellos que fueron víctimas de un terrorismo de estado que hasta el día de hoy solo es reconocido en la memoria de la guerra en el documento de la CVR (Comisión de la Verdad y la Reconciliación), pero cada vez que se quiere actualizar en su persistencia dentro del tiempo presente se castiga como se ha podido ver en numerosos gestos, el más reciente de ellos el despido de la directora del LUM (Lugar de la Memoria) y una de sus guías, Gabriela Eguren. Como dijo John Berger, por sí mismos los vivos están incompletos. No reconocer las muertes de las víctimas de la violencia de estado es una operación que busca mantener a los vivos mutilados, que sabotea su intento de suturar las rasgaduras violentas de su memoria.
Las mujeres forman una parte importante también de este relato de alterización. Un único modelo colonial y con potencialidad para el consumo y la producción del capital se reconoce como sujeto de derechos. Es dentro de las acotaciones de este marco que surgen feminismos como Ni Una Menos en el Perú, hecho que no escapa a la conciencia de un sector crítico que cuestiona las bases mismas del inicio de su proyecto basado en la unidad. El género nos une, la clase/raza nos divide es la arenga que recoge este sentir que va ganando fuerza de forma lenta pero indiscutible. Hay un elemento, sin embargo, que desplaza y "enmarrona" o "cholifica" (en el sentido de los años noventas, no en el sentido homogeneizante Marca Perú) que es el de la denuncia. Una mujer que deuncia violencia de género y señala a un agresor bien resguardado por el estado y sociedad patriarcales visibiliza el elemento patriarcal el prediseño de sus instituciones (la judicial especialmente, pero también la educativa) y enfrentará como consecuencia la otrificación de su ser como sujeto al punto de ponerse en entredicho su condiciones de posibilidad.
2.
Ubico el diálogo entre Rufer y Segato en la dimensión de posibilidades de resistencia. Para ellas Rufer señala la necesidad de habitar de forma radical un tiempo distinto al impuesto por el proyecto modernizador del estado que señala otro arcaico para reafirmarse en contraposición como lo deseable, Segato completa señalando la diferencia radical como motor antisistémico y con un horizonte muy distinto al norte de acumulación de capital que legitima la consolidación de las políticas identitarias basadas en la diversidad.
Pienso en el caso de la masacre de Bagua a través de dos discursos. El de lo arcaico vs. el progreso que defendió en su momento el ex presidente García
https://www.youtube.com/watch?v=2Vf4WfS5t08
y el la distancia, expresado por la periodista Mariela Balbi https://www.youtube.com/watch?v=1l4MiXsszDo&t=3s
El rechazo radical a los proyectos de extracción de petróleo en tierras Awajún (basado en algo mucho más significativo para la comunidad que los documentos vinculables a una historia "demostrable" de Repsol en cuanto a promesa de progreso y desarrollo: los testimonios orales no medibles, cuantificables o registrados de abuelos y bisabuelos, su espacio silencioso de referencia, el espacio en el que reside su verdad colectiva) significó una interrupción radical en la flecha de la historia lanzada desde el estado y visibilizó una anti-meta, el rechazo a la oferta de ser rescatados de lo arcaico, su determinación de que todo permanezca intacto, inscrito en el ciclo de vida y muerte que tiene más que ver con el cielo y el subsuelo que con redes de comercio transnacionales. Escapó al estado este modo de ser heterogéneo además de otro, ubicado en el lugar de los estudios antropológicos y no como interlocutor con agencia propia, armado desde este su espacio de defensa de la verdad, de la verdad de la posibilidad única de la defensa de la vida, con lanzas y con palos ( "Así nos recuerda que para horadar el "poder" de la enunciación, no se instala como un enunciado otro, sino como un gesto político de irrupción en su propio lenguaje", en palabras de Rufer). Y así mismo, tan contundente se reveló que tuvo por fuerza que ser arrasado con la única respuesta que conoce el estado peruano ante la pluriversalidad irreductible, el exterminio: continuidad de la experiencia violenta entre los ordenamiento coloniales y nacionales.
(1) No está demás recordar que Europa sigue haciendo uso de este recurso, flexibilizando la obtención de visas a ex colonias de acuerdo a su necesidad de mano de obra para construcción o siempre en los grandes complejos industriales agrícolas.
(2) El cuerpo de la mujer europea en la colonia merece una reflexión al margen.
Las luchas precedentes contra “el sistema”, basado en una estructura de explotación y dominación económica, fueron reemplazadas por demandas por inclusión al mismo por parte de los sectores excluidos, cada uno en nombre de una identidad muchas veces retocada o incluso construida para poder servir de rúbrica al sujeto de esa demanda. Fundamentalismos étnicos surgieron entonces en todos los continentes como base de disputas vertidas en términos de ese nuevo formato de la política. Mario Rufer
si no es en la continuidad donde puede hacerse presente la redención de la historia, sino en el instante verdadero que ilumina fugazmente la memoria de todos los olvidos. Mario Rufer.
Historia y memoria se entrelazan repeliéndose porque cada una pertenece a regímenes discursivos diversos, la historia a lo inerte de la estrategia, al lenguaje científico de la explicación por medio de operaciones precisas, y la memoria a la exposición discursiva de la experiencia. mario rufer
Reabrir la pregunta sobre la relación entre tiempo, palabra y verdad. El tiempo es en sí mismo un discurso y es por eso que la historia no puede tener pretensiones universalizantes. El tiempo es producto de la estrategia argumentativa. Rufer
para hacer una historia

“fuera” de la nación sería necesario despojarnos de las nociones establecidas de evidencia, acontecimiento y fundamentalmente, archivo.

el tiempo de las revoluciones internas y de las nuevas naciones poscoloniales fue pensado dentro de la misma lógica del tiempo del capital. La “contrahistoria” no supo lidiar con eso.
En “las barbaries”: No importaba borrar el hecho, lo que importaba era erradicar su carácter contemporáneo. Mario Rufer
Así, el nativo no sólo se inventa como el salvaje, sino que se le atribuye el desperdicio de los recursos eficientes del capitalismo: los hombres en la decapitación, y el tiempo en el ritual. Rufer
La antropología como herramienta del imperio supuso el dominio del otro como un tiempo-distancia. Pero sin la noción moderna de tiempo histórico, esa operación habría sido imposible. Rufer
La identidad entre tiempo y nación37 se vuelve gesta: es necesario “mostrar” lo arcaico para resaltar la modernidad, el atavismo es parte de la primera política nacional de la memoria. Así, los museos nacionales de principios de siglo xx se constituían en políticas atávicas no de la memoria, sino de la distancia. Rufer
Estratégicamente, la historia concibe el tiempo como la exterioridad que permite la experiencia moderna (y no como un patrón cultural que la explica). De esta forma la temporalidad participa de la separación tan eficaz hasta hoy, entre cultura e historia, sociedades de cultura y sociedades de historia. Rufer
Sólo un montaje surrealista sobre asociaciones que excedan el ámbito domesticado del tiempo cronológico puede tener potencial subversivo.
Rebelión contra la evidencia en la historia: 
Quería comentar una idea que me acaba de asaltar ahora y es en torno a la cuestión de la evidencia como base de la construcción de la verdad autorizada en la historia como propone Rufer. Se da en el caso de las denuncias por violenciade género, especialmente en su modalidad en redes sociales, la exigencia agresiva de evidencias que como es lógico solo existen materialmente en casos en los que se haya garbado la agresión con el móvil. Lo curioso es que ni aún presentándose registros como estos en una denuncia es posible construir una verdad porque está pre-escrita en el imaginario político patriarcal que siempre señalará como sujeto de sospecha al denunciante. Se vio también en el caso de La Manada (España) y se vio en le caso de la absolución a Adriano Pozo en Perú (agresor de Arlette Contreras, la mujer cuyo video, arrastrada por el los pelos por el suelo por este hombre) inició la chispa de la reactivación del feminismo en el Perú. Es eso, solo quería trazar esa relación, por si a alguien más le sirve. Un abrazo.
Lo que intento decir es que fueron las concepciones de tiempo-historia las que hicieron imposible la figuración de procesos de continuidad entre imperio y nación.
continuidad de la experiencia violenta entre los ordenamientos coloniales y nacionales. Rufer

Escindir la experiencia temporal de los sujetos dominados como experiencia antropológica. una vez que la historia fijó la condición in-demostrable de ciertos procesos para ser representados.bloqueada la posibilidad disciplinar de demostrar la continuidad de la experiencia violenta entre los ordenamientos coloniales y nacionales.
Rufer
El mito de origen de la nación funda una doble negación: no reconoce a ciertos sujetos como sujetos de la modernidad y (como historia) no puede reconocer tampoco las condiciones contingentes de producción de ese discurso.

Sin embargo, esa negación no se justifica como un mecanismo histórico de despojo, racialización, segmentación e ingeniería biopolítica, sino como una condición de aquellos que habrían quedado fuera de la historia y con quienes la misión pendiente es el “rescate”, la modernización y la “sala de espera” del desarrollo (siempre fallido, siempre a destiempo).
responsabilidades históricas concretas
Es este el mecanismo exitoso en la connivencia entre historia y capital, entre ciencia social y ordenamiento moderno. arrojados por la historia al espacio reconocible y prístino de la Tradición y el Otro.

Y los sujetos “otros” (el indígena, el nativo, el campesino) quedaron a expensas de un doble proceso de negación simbólica en gran parte de los discursos académicos y políticos: por un lado, subsumidos bajo la lógica del capital en el desarrollo de la nación a la vez que despojados de los beneficios del orden sistémico del capitalismo; por otro, dispuestos en el orden de la Tradición Atávica como muestra anacrónica de los orígenes, pero despojados del terreno de enunciación de la historia-destino nacional.

Rufer





“lo que exige lo perdido no es

el ser recordado o

conmemorado, sino el

permanecer en nosotros y

con nosotros en cuanto

olvidado, en cuanto perdido,

únicamente por ello, como

inolvidable" Rufer
Perdida como articulación simultanea de conciencia política. sólo la pérdida como acontecimiento que funda y a la vez explica el tiempo vivido de las comunidades, es capaz de articular la historia.
Vínculos entre la lucha feminista y la lucha por la memoria histórica. Rufer y yo
. conserva una posición de privilegio para el observador naturalizado y no visibilizado de ese tiempo (el tiempo del capital, el tiempo de la metrópoli). En el momento actual, el tiempo panóptico está más presente que nunca: la nación “observa” su diversidad y la reconoce65, sin cambiar el lugar de enunciación de su “punto cero” histórico. lógica que oculta, mediante el “reconocimiento”, la reproducción de la desigualdad (feminismos blancos) rufer
Pero ahora usted dígame, ¿realmente cree que sus documentos son historias verdaderas sobre lo que pasó? ¿Realmente ustedes creen que su historia es real y que nosotros necesitamos más de lo que tenemos para contar la nuestra? Movimiento Indígena de Argentina. Mario Barrio
La "historia" moderna convierte en anacronismo cualquier reclamo sobre la territorialidad.
modernidad como proyecto desaparecedor no de una continuidad de sucedos sino de de la naturaleza polñitca de la significacion de los mimos. rufer


FEMINISMOS


INADECUADOS
Construir el relato como proceso de pérdida implica tres movimientos:

por un lado hablar desde

dentro de la historia-tiempo

(nación, progreso y capital)

, pero inaugurando una

versión ordenadora dife

rente del acontecimiento (la

postura de un tiempo afectado por la historia-experiencia,

explicado por ella). Por otro, mostrar las formas de

continuidad como marca del ordenamiento colonial en el

presente. Por último, producir una torsión en el lenguaje de la

Historia, cancelando la autoridad del término y

desmantelando los procesos de

creación y reproducción de

diferencia e inequidad. Habitar

las historias nacionales,

pretender usarlas, mostrar que

la continuidad está en la jerarquización de sujetos,

unidades políticas y trayectorias temporales, y en el constante

desplazamiento de sujetos y experiencias.
contra la tendencia aparentemente dominante de nuestro tiempo de unificar el mundo y presentar como inescapables a los valores fundamentales del capitalismo avanzado de Occidente....
“otros” de la nación o digeridos por una hibridación criolla blanqueada que sofocó por mucho tiempo sus voces particulares Rita Laura Segato
crítica de la superficialidad de las identidades políticas globales, con su impacto negativo sobre la diferencia densa. rita
La reemergencia étnica es un estallido que implica un esfuerzo de relectura de las “memorias compactas o fracturadas: blankitos txt

amenazan progresivamente lo que parecía ser el control territorial consolidado de elites criollas regionales y nacionales, blanqueadas y eurocéntricas, autodeclaradas “mestizas” cuando desean defender sus posesiones nacionales frente al otro metropolitano o inscribir en su heráldica los íconos “folklóricos” de las tradiciones que florecen en sus dominios, y pretendidamente “blancas” cuando quieren diferenciarse de aquéllos a quienes despojan en esos territorios.

rita laura
docx


ELLOS NO FUERON SOLOS


LA RABIA/ la CRUELDAD
MEMORIA




ROTURAS



CASTRACIONES






LO BARBARO Y LA



BARBARIE

NACIÓN Y PROYECTO DEL


CAPITAL

ALTERIDADES HISTÓRICAS VS IDENTIDADES



FUNCIONALES AL CAPITAL / MULTICULTURALISM

RACISMO INVERSO/ FICCIÓN D


E MESTIZAJE



EL PEOR


ENEMIGO DE UN PERUANO ES



OTRO PERUANO MÁS BLANCO
https://twitter.com/alpiedeunvolcan/status/998235020325277697ref_src=twsrc%5Etfw&ref_url=http%3A%2F%2Futero.pe%2F2018%2F05%2F21%2Fel-colmo-el-gerente-de-una-poderosa-minera-acaba-de-decir-que-el-terrorismo-es-genetico-y-acusa-a-toda-una-poblacion-video%2F


https://www.facebook.com/puertobravo.noticias/videos/1970590832964911/